Cómo tener un negocio exitoso: El viaje hacia la meta
Si quieres viajar a otro planeta, primero necesitas construir una máquina espacial. Y una vez la tengas lista y en marcha, tu trabajo será darle mantenimiento al motor durante todo el viaje, para asegurarte de que la máquina y tú lleguen sanos y salvos al lugar de destino.
Este simple ejemplo lo podemos usar para crear un negocio exitoso. El lugar de destino (el planeta) es la meta que quieres conseguir. Puede ser pequeña, como abrir un puesto de baleadas y vender unas 100 al día, o grande como tener una cadena de restaurantes.
La máquina es el sistema que te permite llegar a tu meta, y las partes del motor son los empleados, donde cada empleado es una parte importante. Puede ser que al principio tú mismo seas el motor, porque eres el único que empuja todo el negocio hacia delante. Pero mientras el negocio crece y hay otras personas, tu rol cambia. Te conviertes en el mecánico que revisa y da mantenimiento al motor cuando sea necesario.
La importancia de un sistema
Si el negocio es como una máquina, hay 2 cosas que necesitas tener para que esta máquina sea eficiente y te lleve a tu destino.
Primero. Cada máquina necesita un sistema – que indica quién es responsable de x tarea y cómo debe ejecutarla. Piénsalo de esta manera: cada meta consta de varias tareas. Normalmente una persona realiza cierta tarea y luego la pasa a otra persona, está hace su parte y pasa la tarea adelante y así sucesivamente hasta que la meta sea alcanzada. Después todo el proceso se repite. En otras palabras, las tareas entran y son pasadas de un empleado a otro hasta que todo está listo y terminado.
Segundo. La importancia de las métricas. Si tenemos un sistema, y sabemos quién es responsable de x cosa, es fácil reconocer dónde ocurrió un problema y quién necesita ayuda o empuje. Sin un sistema nos equivocamos más. Sin un sistema nos culpamos unos a otros por las fallas. Sin un sistema, el trabajo de un mecánico se vuelve una pesadilla.
Medir el rendimiento de trabajo
Y la segunda cosa que facilita revisar y hacer ajustes al motor es tener métricas, y usarlas para medir el rendimiento de trabajo. Por ejemplo, sabes que hacer cierta tarea en tu empresa normalmente toma un día de trabajo, pero resulta que la persona encargada está tardando 3 días en terminarla. Esta es una señal que algo anda mal, hay un problema que requiere de tu atención. A nadie le gusta ser criticado (lo tomamos personal), pero si nos guiamos por los números nadie lo tomará como un ataque personal. Son los hechos los que hablan.
Con un buen sistema (1) y métricas correctas (2) el trabajo de un mecánico (gerente) es casi automático porque le es fácil encontrar dónde está el problema y saber en qué poner énfasis para sacar el trabajo adelante. Es lo que hemos aprendido del libro Principios de Ray Dalio.
Tómalo en cuenta la próxima vez que quieras construir un negocio o hacer que tu negocio actual llegue más lejos. ¡Te deseamos muchos éxitos!
Libro – Principios Ray Dalio