Los hábitos de las personas pobres y ricas que marcan la diferencia en su vida financiera
Los hábitos de las personas son un factor fundamental a la hora de construir un camino exitoso y con resultados positivos. Diversos estudios han revelado que las personas con mentalidad ganadora tienen una serie de comportamientos diferentes al promedio, lo cual termina siendo un factor decisivo para mejorar económicamente su estilo de vida. En este artículo, te presentaré siete hábitos que las personas pobres realizan a diario, mientras que los ricos los evitan. Además, te mostraré las mejores soluciones para que puedas mejorar como persona.
1. Los pobres ven demasiada televisión, los ricos leen libros
Es bien sabido que un hábito común de las personas pobres es pasar horas y horas mirando una pantalla de televisión. Hoy en día, es muy común que las personas tengan múltiples suscripciones para servicios de entretenimiento y dispongan de gran parte de su tiempo libre para ver eventos deportivos o series que están en tendencia. Esto se debe a que muchas personas pobres tienen que trabajar durante largas jornadas laborales, por lo que al llegar a casa solo quieren relajarse y estar tranquilos. Sin embargo, las personas que salen de la pobreza tratan de reemplazar este hábito de entretenimiento pasivo por uno más beneficioso, como la lectura.
Aunque a muchos les cuesta, quienes logran crear una cultura de la lectura se vuelven más ingeniosos, lo que termina desencadenando en mayores oportunidades para mejorar sus condiciones económicas. El problema está en que los pobres prefieren gastar su dinero en un televisor nuevo y más grande en lugar de invertirlo en libros. Sin embargo, es importante crear un hábito de lectura que permita ir evolucionando intelectualmente para poder salir de la precariedad económica. La primera tarea que te propongo es cambiar media hora de televisión diaria por media hora de lectura. Piensa en cómo mejorar tu economía para poder acceder a eventos en persona en lugar de verlos desde tu televisor.
2. Los pobres esperan tener suerte, los ricos son sujetos de acción
Es común observar que las personas pobres asisten a casas de apuestas con la esperanza de mejorar sus finanzas. Sin embargo, la realidad es que el dueño de estos lugares es quien mejora su economía cada vez que alguien le lleva dinero. Los pobres piensan que la forma más rápida de convertirse en millonarios es pagando diariamente por estas modalidades de apuesta, pero esto solo deja más vacío en sus bolsillos. A lo largo de la vida, se pierde más dinero apostando de lo que se gana para compensar las pérdidas.
Si cada día hay más opciones de apuestas y los centros de lotería se expanden, significa que las personas pobres son las que están perdiendo dinero en estos lugares. Por el contrario, los ricos buscan oportunidades reales y no dejan su dinero a meras cuestiones de suerte. Estudian las oportunidades del mercado e invierten a partir de un análisis previo, basado en datos verídicos. La segunda tarea es eliminar el hábito de la apuesta en todas sus modalidades y dejar de esperar que la suerte te encuentre. Ve en busca de las oportunidades y emprende acciones para hacer tus sueños realidad.
3. Los pobres cobran con base en el tiempo, los ricos cobran con base en los resultados
En nuestra sociedad, nos acostumbramos a creer que hay que trabajar mucho para ganar bien. Sin embargo, los ricos creen que es al contrario, hay que trabajar bien para ganar mucho. Los pobres están acostumbrados a cumplir con largas jornadas laborales y esperar al final del mes para recibir una retribución económica por el tiempo que han destinado en beneficio de la empresa. El problema de esta estrategia es que el tiempo es limitado, lo que implica que estás imposibilitando la posibilidad de obtener riqueza si eliges cobrar por tu tiempo.
Es importante obtener un sueldo fijo, pero no debes permitir que interfiera en tu capacidad de ganar lo que mereces. Los ricos eligen la opción de invertir en lugar de recibir salarios preestablecidos. Tener un negocio propio es más arriesgado, pero cuando logras posicionarte en el mercado, la retribución económica aumenta significativamente. La tercera tarea es escribir tres ideas para un negocio propio que te gustaría construir y analizar cómo podrías convertirlas en una realidad. Recuerda que tener un negocio propio es una de las bases para crear independencia financiera.
4. Los pobres culpan a los demás, los ricos asumen la responsabilidad de sus fracasos
Es común encontrarse con personas que nunca asumen la responsabilidad de sus problemas y siempre encuentran a alguien a quien culpar. Ya sea su propia familia, los vecinos, el sistema económico o los empresarios, siempre buscan a quien señalar y descargar sus frustraciones. Este tipo de actitud denota un bloqueo mental y falta de capacidad para salir de sus problemas. En la era de las redes sociales, hemos creado una cultura de quejas y señalamientos, lo cual ha incrementado esta actitud de no asumir responsabilidad. Cuanto más tiempo dediques a quejarte, menos tiempo tendrás para ser productivo.
Es válido realizar críticas sociales por los malos manejos de los políticos, pero no se puede volver un estilo de vida quejarse de todo y de todos. La cuarta tarea es escribir en un papel un problema que estés enfrentando en tu vida y enumerar tres posibles soluciones. Pega el papel en un lugar visible durante todo el día y prueba cada una de las soluciones para resolver tu situación. Recuerda menos queja y más acción.
5. Los pobres se enfocan en el ahorro, los ricos se enfocan en invertir
Nos han enseñado desde pequeños que es importante ahorrar, pero es poco común que nos enseñen la importancia de invertir. Ambas acciones son esenciales para nuestro bienestar financiero, pero si queremos crecer económicamente, debemos hacer uso de la inversión. Hay personas pobres que no ahorran debido a un bajo salario o porque están acostumbradas a gastar todo su dinero cada mes. Sin embargo, hay otro grupo que sí ahorra parte de sus ingresos de manera recurrente. Aunque esto es positivo, si no se establece una mentalidad de inversión, es poco probable que este dinero tenga réditos positivos en el futuro.
El dinero pierde su valor cuando se guarda en casa y se ve afectado por la inflación cuando se guarda en el banco. La inflación es la subida de los precios de productos y servicios, lo que implica que el dinero ahorrado va perdiendo su valor con el tiempo. Los ricos prefieren hacer uso del dinero para invertirlo y hacer que este tenga un mayor valor. La quinta tarea es acceder a algún método de inversión que se ajuste a tu presupuesto y objetivos. Recuerda que la inversión puede realizarse con poco dinero, pero es importante estar bien asesorado. Pide ayuda a un asesor en tu banco local si tienes dudas de cómo hacerlo.
6. Los pobres creen que lo saben todo, los ricos aprenden continuamente
Los ricos hacen uso constante de la lectura, revistas de negocios, podcasts especializados, eventos culturales, cursos certificados y cualquier acción que les permita aprender cada día. Por otro lado, hay muchas personas que creen saberlo todo y no estudian porque se jactan del conocimiento que ya tienen. Entre más se aprende, más se tiene certeza de lo poco que se sabe. También hay personas que descuidan por completo el aprendizaje y evitan tener espacios de enriquecimiento intelectual. Investigar un poco sobre cualquier tema puede marcar la diferencia. La sexta tarea es implementar una estrategia de educación en tu día a día.
Puedes comenzar con videos de YouTube o podcasts en Spotify. Lo importante es dar pasos hacia la transformación intelectual mediante estrategias que se ajusten a tu estilo de aprendizaje.
7. Los pobres creen que el dinero es la raíz de todos los males, los ricos creen que la pobreza es el verdadero mal
Es común encontrar personas que educan a sus hijos diciéndoles que el dinero es malo. Esto es perjudicial porque genera un rechazo por la generación de dinero o crea un bloqueo mental para construir ideas ganadoras. Decir que el dinero es malo es un error, ya que el dinero es bueno en manos de las personas correctas. Las personas buenas pueden administrarlo adecuadamente y ser caritativas con cientos de personas. La pobreza es el verdadero enemigo de la sociedad, y es responsabilidad de cada individuo mejorar su economía por el bienestar propio, el de su familia y el de las personas vulnerables.
Las acciones de caridad y humildad se pueden practicar con poco dinero, pero imagina cuántas personas podrás ayudar cuando obtengas prosperidad económica. La séptima tarea es practicar la caridad y brindar ayuda a alguien en tu entorno que tenga problemas económicos. Aunque sea algo pequeño, el gesto puede marcar la diferencia en la vida de esa persona y visualizar cómo podrías ayudar a la sociedad cuando tengas bienestar financiero.
¿Qué opinas de estos siete hábitos de las mentes ganadoras? Si el contenido te ha sido útil, compártelo con un familiar para que también le sea de ayuda. Si tienes alguna sugerencia o pregunta, déjanos un comentario. Además, te invitamos a ver nuestro vídeo recomendado sobre las 10 cosas que los pobres compran a diario y los ricos evitan. ¡Nos vemos en la próxima ocasión!