El ahorro es un porcentaje de los capital que no se gasta o invierte rápidamente y marcha como un fondo para contemplar urgencias, costos futuros o inversiones futuras. Las maneras de ahorrar no son iguales y dependen del monto de los capital o de la situación de un individuo o conjunto de individuos.
Planear a corto, mediano y largo período siempre y en todo momento es una enorme iniciativa para conseguir no solo tus misiones financieras, sino más bien cualquier misión por norma general.
Más allá de que la inversión puede considerarse una manera de ahorro, no todo ahorro es una manera de inversión. Según una investigación de 2011 de Seguros AXA, el 84% de la población mexicana no frecuenta ahorrar; o sea, solo 3 de cada 20 mexicanos dedican una parte de su salario a este fin. Los números bajan drásticamente tratándose de inversiones: solo el 0,20% de la población cotiza en bolsa.
El ahorro se comprende como la protección y conservación del dinero. Los ahorros se usan eminentemente para objetivos en un corto plazo (3 años o menos), como: irse de vacaciones o tener un fondo de urgencia. Entre las primordiales virtudes de abrir una cuenta de ahorros es que tienes ingreso a tu dinero prácticamente inmediatamente, aun si hay límites en la continuidad de los retiros. Su primordial desventaja es que el interés que crea es mínimo. Al paso que una cuenta de inversión prácticamente garantiza sus capital, abrir una cuenta de ahorro le ofrece una seguridad que no da una cuenta de inversión.
Las inversiones tienen el potencial de generar un desempeño considerablemente mayor que una cuenta regular, pero por supuesto invertir supone un peligro y es preferible comprometerse en un largo plazo. Aun si se muestra a formar parte en un mercado volátil, transcurrido el tiempo el encontronazo de las disminuciones en el saldo de su cuenta reduce y se vuelven una parte de un patrón de desarrollo. De ahí que es esencial invertir en un largo plazo: el mercado de valores en un corto plazo puede ser increíblemente volátil, perdiendo mucho más del 50% de su valor en un solo año. En contraste a una cuenta de ahorros, es un tanto mucho más bien difícil entrar al dinero en su cuenta de inversión. Por último, considere que conforme sus acciones tienen la posibilidad de acrecentar de valor, su patrimonio neto (el valor de sus activos menos sus pasivos) asimismo incrementa.
Para elegir qué es lo destacado para ti, si ahorrar o invertir, prosigue la norma establecida: si vas a emplear ese dinero en menos de 5 años, ahorra; Si vas a usar este dinero en menos de diez años, invierte. Si va a emplear ese dinero a lo largo de 5 a 7 años, tenga presente su tolerancia al peligro, su propósito de inversión y su situación financiera. En esta última opción, podría ser conveniente producir un modelo híbrido que involucre tanto el ahorro como la inversión.
Con el modelo previo, si deseas abonar el enganche de tu casa en un par de años o ahorrar para realizar un máster de tres años, no puedes invertir para administrar estos fondos. Estos géneros de objetivos en un corto plazo necesitan un enfoque de ahorro para proteger el capital. Más allá de que la inversión deja que su dinero se expanda con determinado nivel de peligro, el ahorro resguarda su capital a fin de que esté intacto y alcanzable en el momento en que lo necesite.
El ahorro y la inversión son geniales herramientas para integrar a sus economías individuales. Ten en cuenta que sin importar lo más mínimo tu situación de hoy, planear a corto, mediano y largo período siempre y en todo momento es una enorme iniciativa para conseguir no solo tus misiones financieras, sino más bien cualquier misión por norma general. Adquiera el hábito de dedicar un pequeño pero productivo porcentaje de su tiempo y también capital a su porvenir y hallará que en 5, diez, 15 o mucho más años va a haber sido de las mejores resoluciones que nunca haya tomado. .
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