¿Y tú qué harías? Esto predice quién acabará pobre y quién terminará rico
Imaginemos que te has ganado un billete de 100 dólares. Lo colocas sobre la mesa y te sientas frente a él, considerando las posibles opciones. ¿Qué podrías hacer con 100 dólares? Podrías gastarlos ahora mismo, comprarte un bonito par de zapatos, invitar a cenar a toda la familia, llenar el tanque de gasolina, comprarte una bonita muda de ropa, o quizás gastarlos en la despensa del mes. Hay muchas cosas buenas que podrías comprar con 100 dólares.
Sin embargo, también podrías considerar la opción de invertirlos. Históricamente, el mercado de valores de los Estados Unidos ha tenido un promedio de ganancia anual entre el 8% y el 12%. Esto significa que podrías gastar las ganancias cada año y aún así tus 100 dólares seguirían generando intereses. No suena mal, ¿verdad?
Pero si la inflación te preocupa, debes saber que los 100 dólares actuales valdrán menos en el futuro. En ese caso, sería más sabio invertirlos y gastar solamente el 4% de las ganancias anuales, reinvirtiendo el dinero extra. De esta manera, tus 100 dólares crecerán y mantendrán su valor con el tiempo.
Otra opción sería invertir el dinero inicial y luego reinvertir todos los intereses generados, así como los intereses de los intereses. Después de muchos años, cuando el interés compuesto haga su magia, podrías considerar cómo utilizarlo.
Existen muchas más opciones que podrías considerar, pero estas son suficientes para ver que hay variantes que te mantendrán pobre, te pondrán en la clase media, te harán dar un paso adelante y finalmente, te harán rico.
Obviamente, invertir solamente 100 dólares no te hará rico. Si lo inviertes con una tasa anual del 10% y reinviertes todos los intereses ganados, después de 30 años tendrías 1745 dólares. Esto no es suficiente para jubilarse ni considerarse una persona rica. Sin embargo, debes notar cómo gracias al interés compuesto, el dinero invertido comienza a ganar más y más cada año, como un efecto de bola de nieve. Los intereses pronto superan la cantidad inicial. Al no gastar los 100 dólares hoy, tendrás incluso varias veces más para gastar en el futuro.
La mayoría de las personas, una vez que reciben un pago, lo gastan sin considerar las opciones. No dejan nada para ellos mismos y no han aprendido a pensar sobre el dinero. Entonces, ¿cómo evitar gastarlo todo y sufrir en el futuro? Deja de pensar en lo que tu dinero puede comprar y comienza a pensar en lo que puede ganar. Y luego, piensa en lo que puede ganar el dinero generado por los intereses. Cuando empiezas a pensar de esta forma, te das cuenta de que no solo has gastado el dinero, sino también el dinero que podrías haber ganado si lo hubieras ahorrado e invertido.
Esto no significa que nunca debamos gastar dinero ni que debamos vivir como mendigos. Se trata de tener en cuenta las consecuencias de malgastar el dinero. Por ejemplo, imagina que quieres comprar un nuevo celular por 1000 dólares. Todos, incluso los menos financieros, entienden que una vez que compras el celular, ya no tendrás esos 1000 dólares. Los has gastado. Sin embargo, la mayoría no piensa en el costo de oportunidad, es decir, en lo que podría haberse hecho con esos 1000 dólares, ni en el costo de perder los intereses por no haberlos invertido.
Además, hay muchas personas que no entienden que al endeudarse para comprar un nuevo celular, están básicamente pagando mucho más de lo que cuesta el celular.
Así que no se trata solo de gastar, sino de considerar las diferentes opciones para utilizar tu dinero. Si lo haces, serás más consciente y tomarás mejores decisiones, haciendo crecer tu patrimonio.
Esta lección sobre cómo pensar en el dinero y el test de 100 dólares proviene del libro «The Simple Path to Wealth» por J. Collins. Nos gustó tanto que decidimos compartirlo en este artículo. Si te interesa invertir de forma pasiva y depender menos del dinero, te animo a leerlo. Actualmente solo está disponible en inglés.
¡Gracias por leer y nos vemos en el próximo artículo!