Las 48 leyes del dinero para alcanzar la riqueza
Si te preguntas constantemente cómo tener dinero y no sabes identificar cuáles son los hábitos financieros más comunes de la gente millonaria, en este artículo te presentaré las 48 leyes del dinero que los ricos dominan. Posiblemente, la ley número 10 sea la más útil para ti, así que presta atención para que te enteres de qué se trata.
Ley número 1: Aumenta tu habilidad para adquirir conocimientos
Cultivar las facultades intelectuales es de gran ayuda para obtener mejores rendimientos monetarios. No tener información de utilidad para la sociedad sale muy caro. En cambio, adquirir nuevos conocimientos puede resultar bastante rentable, sobre todo cuando el aprendizaje está al alcance de todos a muy bajo costo e incluso de forma gratuita por medio de internet. Tienes acceso a cientos de recursos de alta calidad para aprender lo que quieras, por lo tanto, es imperioso que hagas uso de estas herramientas para que puedas sumar información valiosa que se pueda traducir en más dinero para tus cuentas.
Ley número 2: Ten objetivos bien definidos
Según el escritor George Cleison, el deseo debe preceder a la realización. Tus deseos tienen que ser fuertes y bien definidos. El mero deseo de ser rico no tiene ningún valor si no se acompaña con acciones concretas para lograrlo. Por eso, es importante fijarte un pequeño deseo bien definido que te lleve a fijarte otro más grande. Así es como se construyen las fortunas: se empieza con cantidades pequeñas y se pasa a cantidades más importantes. Los propósitos deben estar bien definidos para hacer que las acciones que se emprendan sean claras y muy productivas.
Ley número 3: Ten persistencia con tus sueños
Las personas no siempre reciben una recompensa porque sus acciones no sean las más adecuadas o porque el tiempo y el viento a veces hacen fracasar los esfuerzos. Sin embargo, si eres persistente, normalmente puedes esperar lograr un beneficio, pues tendrás mayores posibilidades de que el éxito vaya en tu búsqueda. Tener determinación te ayudará a encontrar los medios, incluso cuando un negocio no haya sido productivo. Entre mayor compromiso tengas con tu sueño de riqueza, mejores emprendimientos iniciarás con el paso del tiempo.
Ley número 4: Sé una persona esforzada
La persona laboriosa siempre es bien recompensada. Los trabajos no le escasean porque cuenta con buena reputación y los patrones siempre saben apreciar sus esfuerzos con buenos pagos. Por otro lado, aquellos que se acostumbran a hacer poco, incluso llegando al punto de no hacer nada y esperando en todo momento que los demás les socorran, son personas sin fortuna alguna. Estas personas están a merced de lo que los demás hagan con ellos, bien sea por su pereza o por su incompetencia. Además, el que se acostumbra a pedir, siembra los vientos de la inútil indulgencia y cosecha en todo momento agravios y humillaciones.
No es bueno para ningún hombre estar sin trabajar, ya que no se puede prosperar siendo un holgazán. El trabajo bien hecho hace bien al que lo realiza, ya que lo convierte en una persona mejor y, por ende, en una persona con mejores resultados económicos.
Ley número 5: Evita los grandes riesgos
Si la inversión que vas a realizar ofrece grandes garantías pero con un bajo riesgo que implique perderlo todo, es mejor que no te dejes seducir. En ocasiones, se presentan imprevistos no calculados y eso hace que los riesgos de pérdidas aumenten. Es mejor proteger tu capital. Si el riesgo puede llevarnos a una pérdida total, no podemos permitirnos vivir sin estar protegidos de manera adecuada. Hoy en día, podemos refugiarnos tras los muros certificados de los seguros, las cuentas bancarias y las inversiones fiables para protegernos de las tragedias inesperadas que pueden surgir en cualquier momento.
Ley número 6: Ten mesura con los gastos
Es importante tener en cuenta la importancia del ahorro para cualquier economía. Estamos tan inmersos en las compras que nos olvidamos de guardar una parte de nuestras ganancias, aún sabiendo que por medio del ahorro es cuando se logra acumular dinero suficiente para crear una fortuna. El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro. Para que el ahorro pueda ser posible, es necesario que los gastos se modifiquen en función de nuestra realidad y que no gastemos nuestro dinero en productos o servicios innecesarios.
Debemos estudiar atentamente nuestros hábitos de vida y descubrir que la mayoría de las necesidades que consideramos básicas pueden ser reducidas o eliminadas. Al evitar los derroches y los excesos, nos daremos cuenta que nuestra economía mejora sustancialmente.
- Aumente su habilidad para adquirir conocimientos.
- Tenga objetivos bien definidos.
- Tenga persistencia con sus sueños.
- Sé una persona esforzada.
- Evite los grandes riesgos.
- Tenga mesura con los gastos.
- Huya de las apuestas.
- Conviértase en una persona de acción.
- Analice los terrenos antes de comprar cualquier casa.
- Aproveche su instinto natural.
- Evite justificar la deuda por las emociones.
- Crea un presupuesto.
- Comienza a darle prioridad a tu salud.
- Evita sumergirte en las pantallas.
- Deja de lado el juego de las apariencias.
- Crea nuevas fuentes de ingresos.
- Aprende a negociar.
- Crea una empresa personal.
- No descuides el bienestar de la familia.
- Ejercita el cerebro.
- Aprende a diferenciar entre activos y pasivos.
- No dependas de la escuela para alcanzar el éxito.
- Aprende sobre liderazgo.
- Aprende sobre ventas.
- Comprende la importancia del rechazo.
- Identifica quién es rico de verdad.
- Reconoce la influencia que la publicidad tiene en ti.
- Comprende que los ricos juegan a ganar.
- Comprende cuáles son las cuatro formas de ganarse la vida.
- Cambia el paradigma que aprendiste en el mundo del dinero.
- Controla los gastos pequeños.
- Desecha las justificaciones.
- Controla las horas de juego.
- Elimina la zona de confort.
- Págate a ti primero.
- No te asocies con usureros.
- Construye bases sólidas para tu dinero.
- Elabora un testamento justo para tus seres queridos.
- Ten compasión con los más necesitados.
- Aprende sobre impuestos.
- Mejora en el proceso.
- Rodeate de un gran equipo.
- Piensa a largo plazo y asegura tus ingresos para la jubilación.
- Evita perder dinero por amistad.