¿Te ha pasado que al revisar tu cuenta bancaria no tienes más dinero y no sabes en qué lo has gastado? Es probable que, sin darte cuenta, estés teniendo malos hábitos de compras. En el vídeo de hoy, te presentaré 6 hábitos que te hacen gastar más y cómo evitarlos.
Comprar con hambre
Carlos ha trabajado todo el día y, al terminar su ardua jornada laboral, decidió ir al supermercado. Gran error. Ha salido de la tienda con muchísima comida que no necesitaba, grandes bolsas de comida chatarra y golosinas. ¿Por qué? Porque ha llegado al supermercado muy hambriento después del trabajo, y comprar con hambre es uno de los hábitos que te hacen gastar más dinero. Estas grandes tiendas están llenas de estímulos que hacen que compres sin pensar, y si vas con hambre caerás más fácil en ellos.
Algo que te puede ayudar a evitar esto es ir luego de comer y con una lista detallada de las cosas que necesitas. De esta manera, evitarás comprar de más, como le pasó a Carlos.
Pasar demasiado tiempo en las redes sociales
Juana utiliza muchas redes sociales: Facebook, TikTok y, sobre todo, Instagram. Pasa gran cantidad de tiempo en ellas. No puede evitar mirar las historias y los reels todos los días. Se topa con publicidades que le interesan y compra muchos artículos por internet. A fin de mes, se da cuenta de que ha gastado mucho dinero en cosas banales. Ha comprado velas, platos bonitos cuando ya tenía otros en su casa, cuadros para colgar en la pared y tanta ropa que ya no le cabe en su armario.
Si has pasado tiempo en redes sociales, habrás notado que estas promocionan productos en función de tus gustos o lo que has buscado previamente. Esto es porque el algoritmo sabe qué es aquello que te puede llegar a interesar. Es por esto que si miras todo el día videos o fotos de perritos, te recomendará publicidades de accesorios o comida para perros, porque interpretará que tienes un perro en casa y quieres comprarle comida o una cómoda camita.
Es por esto que pasar mucho tiempo en redes sociales provocará que gastes de más, pues las plataformas te recomendarán cuentas o páginas externas para comprar objetos relacionados a las fotos o videos que estés mirando. Para cuidar tu economía, te recomiendo restringir la cantidad de tiempo que pasas en las redes cada día.
Celebrar todo como si fuese la última vez
Para su cumpleaños número 35, Juan decidió realizar un gran festejo. Invitó amigos, compañeros de trabajo, familiares e incluso amigos de familiares con los que no tiene trato. Alquiló un elegante salón de fiestas, compró una gran cantidad de comida y bebida, e incluso contrató una banda. Se la pasaron en grande y todos sus conocidos le dijeron: «Juan, ¡qué buena fiesta!».
Entonces, cada vez que hay un festejo, como cumpleaños, Navidad o Año Nuevo, Juan organiza una gran fiesta. Pero nadie ve en el dinero que gasta Juan con estos grandes festejos, y ni siquiera él. El problema de Juan es que festeja todo como si fuese la última vez.
Cuando se trata de vida social, debemos aprender a controlarnos con los festejos. Pues, si tenemos una gran cantidad de amigos y familiares, no podemos estar pagando tanto dinero en cada festejo. Si piensas como Juan y crees que solo es una vez al año, déjame decirte que no, ya que siempre surge una ocasión especial para celebrar. No está mal festejar, pero debes pensar en controlarte y no realizar grandes festejos como si fueran los últimos que vivirás, pues la realidad es que no lo serán, y una vez la fiesta finalice, tendrás que pagar las deudas generadas.
Seguir modas
María se compró, hace menos de un año, un teléfono móvil último modelo en el que ha gastado mucho dinero. De hecho, aún a día de hoy, está pagando las cuotas. Recientemente, ha salido un nuevo modelo de la misma marca y todos en su trabajo lo tienen. Así que decidió ir y comprarlo porque no quería ser menos. Si bien vendió su ahora viejo teléfono y recuperó algo de dinero, la realidad es que no pudo recuperar la totalidad de lo que había gastado, y además gastó más dinero en el nuevo teléfono, solamente para estar a la moda.
Seguir modas, como María, puede hacerte gastar mucho dinero. Cuando compras algo que no tiene una verdadera utilidad más que estar a la moda, perderás mucho dinero porque aquello que compraste se volverá viejo en muy poco tiempo. Pues las marcas están constantemente sacando nuevos modelos a la venta, justamente para atrapar a quienes buscan estar a la moda, como María.
Si vas a comprar algo, primero piensa en su utilidad. Si el teléfono móvil que tienes tiene menos de un año, entonces aún es nuevo. Las grandes marcas de teléfonos celulares sacan nuevos modelos cada seis meses. Lo mismo hacen las marcas de ropa, cuyo objetivo es que, a cada cambio de temporada, las personas cambien su guardarropa. No necesitas comprarte ropa o teléfonos nuevos cada vez que el mercado ofrece uno. Piensa en tu economía y en tus necesidades. Puedes destinar ese dinero para crear un fondo de emergencias, invertirlo o simplemente ahorrarlo para disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Aprovechar las promociones
Las promociones pueden ser una gran trampa. Veamos si no lo que le sucedió a Carla. Ella estaba buscando comprar online un escritorio y encontró lo que parecía una atractiva oferta de escritorio más silla con 10% de descuento. Por si esto fuera poco, si además de la silla añadía una lámpara, el envío era gratis. Contenta, Carla hizo la compra. Pero cuando la recibió, se dio cuenta de que, en su casa, ya tenía silla y una lámpara. Carla terminó gastando de más solamente por dejarse llevar por las ofertas, pues podría haber prescindido de la silla y de la lámpara. Si tan solo hubiese pagado el envío, hubiese gastado menos dinero.
Si la promoción es de un producto que realmente necesitas, entonces sí es una promoción. En cambio, si terminas comprando productos extra que no necesitas simplemente por un envío gratis o porque así es la promoción, entonces no está dentro de lo que tenías planificado comprar, y terminarás gastando más de la cuenta sin notarlo, como le pasó a Carla. Las promociones están pensadas para que compremos y gastemos más. En este caso, Carla fue una víctima del efecto Diderot.
Permitirte caprichos para alegrarte
Sofía estaba un poco desanimada y triste. Luego de salir del trabajo, se sentía mal porque extrañaba a su amiga que se fue a vivir a otro país y ya no ve seguido. Así que, para alegrarse, decidió salir de compras. Cuando volvió a casa, tenía una pila de cosas que no sabía para qué había comprado y una cuenta enorme de gastos que superaba su ingreso mensual.
A veces, nos repetimos a nosotros mismos frases como «me daré un gusto», «me lo merezco» o «me siento mal, así que de compras». La realidad es que salir de compras y gastar dinero cuando estás triste no solucionará nada a largo plazo. Por el contrario, es probable que termines en un callejón sin salida, pues volverás a estar triste o desanimado cuando no tengas dinero para pagar los gastos que has hecho.
En ese momento de debilidad emocional, si estás triste o te sientes mal, trata de quedarte en casa, llamar a un amigo, ver una película o incluso llorar un rato para desahogarte y sentirte mejor. Incluso, si tu estado anímico se repite en el tiempo, será mejor que busques ayuda profesional en lugar de refugiarte en las compras compulsivas, ya que puede convertirse en un problema aún mayor.
Recuerda: comprar con hambre, pasar demasiado tiempo en redes sociales, celebrar todo como si fuese la última vez, seguir modas, aprovechar las promociones y permitirte caprichos para alegrarte son seis hábitos que hacen que gastes de más. ¿Tienes algún otro hábito que te haga gastar de más y que no hayamos mencionado? Estaremos encantados de leerte. ¡Te dejamos también otros vídeos similares que podrían resultarte interesantes!
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