Cómo administrar mejor tu dinero
A lo largo de nuestra vida obtenemos ingresos que pueden ser generados por un empleo, un negocio u otra actividad. Si no sabemos administrar bien estos flujos de dinero, podemos terminar mal económicamente. Entonces, ¿cómo administrar el dinero?
Utiliza cuatro cuentas diferentes
Para administrar eficientemente el dinero, puedes utilizar cuatro cuentas diferentes, ya sea cuentas bancarias o sobres si recibes el dinero en efectivo. Estas cuentas son:
- Cuenta de ingresos: Es donde llegan todos los ingresos que recibes del empleo, negocios o trabajos extras.
- Cuenta de inversiones: Aquí colocamos la mayor cantidad que podamos, es decir, el mayor porcentaje de nuestros ingresos. Este dinero es para invertirlo en el crecimiento de nuestro negocio, bolsa de valores, raíces, etcétera. Esta es la cuenta más importante, ya que con el tiempo este dinero te generará ganancias que regresarán nuevamente a la cuenta de ingresos.
- Cuenta de fondos o alcancías: Sirve para ahorrar dinero y construir un fondo de seguridad para cubrir gastos grandes como viajes, vacaciones, fondo para la educación de tus hijos, etcétera.
- Cuenta de gastos diarios o mensuales: Aquí se encuentran los gastos de casa, comida, transporte, salud, agua y energía, es decir, todos los gastos que normalmente tenemos durante el mes.
Ahora, todo el dinero ganado llega a la cuenta de ingresos y posteriormente se distribuye en las diferentes cuentas o sobres.
El papel de cada cuenta
Primero, enviamos a la cuenta de inversiones la mayor cantidad que podamos, es decir, el mayor porcentaje de nuestros ingresos. Este dinero es para invertirlo en el crecimiento de nuestro negocio, bolsa de valores, raíces, etcétera. Esta cuenta es clave, ya que con el tiempo generará ganancias que regresarán nuevamente a la cuenta de ingresos. Cuanto más dinero generemos, más dinero podremos distribuir entre las cuentas y así entraremos en un círculo de inversiones que nos ayudará a acumular más dinero.
No podemos olvidarnos de la cuenta de gastos, que son los gastos diarios o mensuales, como los de casa, comida, transporte, salud, agua y energía. El dinero que coloquemos aquí debería ser suficiente para cubrir estos gastos, para no estar pensando si compramos algo o no debido a la falta de dinero. Sin embargo, también puede haber casos en los que tengamos demasiado dinero disponible y terminemos haciendo compras innecesarias por emociones.
En estos casos, debemos usar el dinero acumulado en la cuenta de fondos o alcancías. Esta cuenta nos permite ahorrar dinero destinado a gastos como vacaciones, compra de una computadora, un carro, pagos anuales de seguros y otros gastos que podemos planear. Para evitar confusiones, es recomendable llevar un registro en una hoja de cálculo, ya sea en Excel o en Google Drive, donde anotamos cuánto dinero pusimos y para qué propósito.
También puede ocurrir que, de vez en cuando, nos llegue un dinero extra, como un bono, un premio o un regalo. En estos casos, lo más sano para nuestras finanzas es que este dinero también entre a la cuenta de ingresos y se distribuya en todas las cuentas, como si fuera un ingreso normal.
Confío en que esta información te dé una idea de cómo puedes elaborar tu propio sistema para administrar mejor tu dinero. ¡Saludos y nos vemos en un próximo artículo!
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