Planificar para el futuro: cómo prever el desgaste de tus pertenencias
Imagina que… tu suéter favorito, el que jamás pensarías dejar de usar, ahora tiene varios agujeros. Hace rato compraste una nueva cama, y hoy los resortes se te pegan a tu espalda. Y la cámara en la que una vez gastaste todo el sueldo, ahora no enciende…
La vida útil de nuestras pertenencias
Cada cosa que compramos tiene su ciclo de vida. Puede ser que, con algunas cosas como una mesa hecha de roble, un anillo de oro o un reloj, tengamos suerte y estén con nosotros por toda la vida. Pero las demás se desgastan, y la gran mayoría de las cosas tendremos que comprarlas no una, sino varias veces durante nuestra vida.
Sabiendo esto, tenemos dos opciones para que estos gastos no nos tomen por sorpresa y arruinen nuestros planes:
Construir un fondo de seguridad
(Primero) Construir un fondo de seguridad lo bastante grande, preferiblemente de 12 meses de los gastos mensuales. Cuando algo se daña y nos toca reemplazarlo por uno nuevo, por ejemplo, un apagón de energía nos quema la licuadora, entonces, lo cubrimos con el dinero de este fondo y después, lo más rápido posible, devolvemos el dinero utilizado al mismo.
Fondo de depreciación
(La segunda opción es) en lugar de tener un gran fondo de seguridad, tener un modesto, y aparte de ello un fondo de DEPRECIACIÓN donde cada mes depositamos cierta cantidad de dinero.
¿Cuánto dinero deberíamos depositar cada mes en el fondo de depreciación? El suficiente para que cuando algo de lo que ya tenemos deje de funcionar, tener dinero para poder repararlo o comprarlo de nuevo.
Para que te sea más fácil entender el concepto, piensa que cada cosa que posees, aunque no sea comestible, tiene su fecha de caducidad.
Por ejemplo, 7 años dura en promedio un colchón, un refrigerador en promedio deja de funcionar en un lapso de 8 años de uso, igual que una estufa, 10 años suele funcionar una lavadora de ropa.
Obviamente, mucho depende del uso que le damos y también de la suerte. La misma cosa, incluso de la misma marca, que nos funcionó por 10 años, puede que ahora se dañe después de 6 años de uso, ¡o nos dure los 16 años!
Supongamos que un refrigerador me cuesta 500 dólares, una estufa 350, un colchón 300 y los neumáticos para mi auto 400 dólares, así que necesito calcular cuánto dinero debo guardar cada mes en mi fondo de depreciación para poder reemplazarlos en X cantidad de años. Para hacer este cálculo aparte de conocer el precio de las cosas, necesitamos saber su vida útil.
Por ejemplo, si unos neumáticos de buena calidad tienen una vida útil entre 40.000/50.000 Km, y si hago 10.000 km al año, tendré que comprar neumáticos nuevos en 4 años. Entonces, 400 dólares divididos entre 4 años, es igual a 100 dólares al año u 8,3 dólares por mes, que necesitaría ahorrar para poder comprarme unos nuevos cuando llegue el tiempo. Pero yo ahorraría 9 dólares, ya que probablemente el precio de los neumáticos va a subir debido a la inflación.
Puedes también revisar el tiempo promedio de vida útil que indica el fabricante.
Una vez conocemos estos datos, lo sumamos todo y tenemos la cantidad que necesitamos ahorrar cada mes en nuestro fondo de depreciación. Al hacerlo, ningún gasto de estos nos va a tomar por sorpresa.
El dinero del fondo lo usamos exclusivamente para cuando una de dichas cosas se necesite reparar o reemplazar por una nueva.
No lo hacemos para todos los artículos que tenemos en casa, sería mucha molestia calcular el valor de cosas como un reloj de pared, un ratón de computadora o cada cubierto. En lugar de ello, es mejor depositar unos dólares adicionales en nuestro fondo de depreciación o fondo de emergencia, lo que debería ser suficiente para cubrir los gastos relativamente pequeños.
El fondo de depreciación lo reservamos para los productos cuya compra podría causarnos problemas de dinero.
Nosotros usamos la primera opción de tener un fondo de seguridad, que cubre más de 12 meses de gastos mensuales, y este dinero lo tenemos disponible cuando hay una emergencia y cuando algo en casa se daña antes del tiempo y debe reemplazarse. La clave es poder reponer lo más rápido posible el dinero que hemos sacado del fondo de seguridad.
Tener un fondo así es sin duda más simple y práctico que calcular el valor de tus pertenencias y hacer pequeños depósitos mensuales a un fondo de depreciación. No obstante, si no tienes actualmente la cantidad suficiente para crear tu fondo de seguridad, los pequeños depósitos mensuales para un fondo de depreciación pueden ser una gran opción. Hacerlo te va a salvar de muchas «sorpresas» desagradables Tengo que ir donde mi suegra a cocinar porque desde hace dos meses se me daño la estufa. Tengo que endeudarme para poder comprar un nuevo par de zapatos porque los tengo se me rompieron.
¿Y tú, tienes un fondo para cubrir el reemplazo de los artículos viejos? ¡Te leo en los comentarios!
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