El efecto Diderot y cómo afecta nuestras compras
Es curioso pensar por qué una mujer que entra a una boutique en busca de un vestido termina comprando también una bolsa y unos tacones, o por qué un hombre que compra una nueva moto termina comprando también un nuevo casco y un bonito traje. La respuesta a estas preguntas es que, sin darnos cuenta, somos víctimas del efecto Diderot.
La historia cuenta que Denis Diderot, un destacado filósofo y escritor francés del siglo XVIII, recibió una gran suma de dinero de Catalina la Grande al vender su biblioteca a sus 52 años de edad. Habiendo vivido en la pobreza la mayor parte de su vida, Diderot decidió darse un pequeño gusto y cambió su vieja bata por una nueva de delicadas telas y muy fina.
Sin embargo, al usar su nueva bata, Diderot rápidamente descubrió que las demás cosas de su casa no se veían bien al lado de algo tan fino y caro. Esto generaba una falta de equilibrio y armonía entre sus pertenencias, por lo que decidió hacer algo al respecto.
En lugar de vender su hermosa bata, Diderot empezó a reemplazar sus viejas cosas por otras nuevas y de otro estilo. Cubrió el frío piso con una hermosa alfombra, cambió su vieja silla por un elegante sillón de cuero y su rústico escritorio por uno de finos acabados también de cuero. Colgó un gran reloj en la pared en lugar de sus esculturas, y así continuó reemplazando todo lo demás.
Como era de esperar, estas acciones llevaron a Diderot a grandes problemas financieros, todo como consecuencia de su primera compra. En uno de sus escritos, Diderot escribió: «Fui un maestro absoluto de mi bata vieja, pero me he convertido en esclavo de mi bata nueva».
Este es un efecto de bola de nieve, donde al comprar una cosa es fácil caer en un espiral de gastos. Comenzamos cambiando algo insignificante y terminamos cambiando todo lo demás porque ya no se ve igual de bien que antes.
Seguro ahora entiendes por qué al comprar una nueva cama sentimos la tentación de comprar también nuevas almohadas, sábanas o una lámpara de noche que no habíamos pensado comprar antes. Con un nuevo vestido, pensamos en comprar los zapatos y también las joyas. Si compramos un nuevo televisor, queremos también un nuevo mueble y sofá. Y al comprar un carro, compramos también nuevas llantas o un sistema de navegación.
Todos hemos sido víctimas de este efecto. Mi esposo compró una nueva computadora y en pocos días también compró un nuevo ratón y teclado, aunque no lo había planeado antes. A mí me ha pasado con los utensilios de cocina: compré un nuevo sartén y ya quería cambiar toda la cocina.
Es sin duda un problema con el que debemos estar alertas siempre. Al comprar un artículo, estamos más dispuestos a gastar dinero en algo más, ya sea del mismo estilo o cosas complementarias. Los vendedores lo saben y lo aprovechan.
No creas que es casualidad que en la tienda de muebles tengan exposiciones de toda la habitación y cocina, o que en las tiendas de ropa haya maniquíes con conjuntos hermosos que deseamos tener.
Entonces, ¿qué podemos hacer para minimizar el efecto Diderot?
Primero, cambia las cosas dañadas por unas de estilo parecido. Es normal que la ropa o los muebles se desgasten con el tiempo y necesitemos cambiarlos. Si quieres ahorrar, compra algo parecido a lo que tenías antes. De esta manera, no notarás la falta de consistencia a tu alrededor.
Segundo, y aunque lo has escuchado muchas veces, es importante repetirlo: planea tus compras con anterioridad y no olvides llevar tu lista de compras. Al planear tus gastos, no comprarás cosas que no necesitas.
Tercero, no te dejes llevar por la presión de los demás ni por tus emociones. No te preocupes por dar una buena impresión con las cosas que posees, porque de todos modos no complacerás a todo el mundo. Si te gusta ser espontáneo en tus compras y comprar conjuntos, está bien hacerlo. Pero siempre asegúrate de cumplir con estas dos reglas: compra solo lo que tiene un verdadero valor para ti y compra solo con el dinero que tienes, sin recurrir al banco.
Al respetar estas reglas, el efecto Diderot no hará ningún daño a tus finanzas. Estoy curioso por saber tus experiencias, así que comparte en los comentarios si has sido víctima de esta trampa. Saludos y hasta el próximo artículo.