Los 3 errores graves al invertir tu dinero
Este hombre tenía dinero, este segundo lo va a aconsejado y el primero ha perdido casi todo
No conocía los tres graves errores al invertir, por favor, no hagas esto con tu dinero. Te cuento rápidamente lo que me pasó.
Soy un agricultor, antes de que cante el gallo ya estoy de pie con el sudor en mi frente. Cultivo la tierra, paso las tardes alimentando a los animales, trabajo hasta que el sol se esconde en el horizonte. No tengo un auto, mi casa es una ruina, estreno ropa una vez al año. Vivo una vida modesta desde hace muchos años, pero tengo un propósito: el dinero lo guardo para un día comprarme un auto y construir una hermosa casa. Una casa con una gran ventana al jardín, para mi familia y para mí. Por eso me parto el lomo trabajando, por eso me encontrarás a las 5 de la mañana vendiendo frutas.
Pero me avergüenza lo que te voy a contar ahora. Tengo un amigo, es un buen hombre, Pedro. Me visita los fines de semana después de la misa. Hablamos de la vida, hablamos de política, hablamos de dinero. Una tarde, Pedro me dijo cómo ha multiplicado su dinero invirtiendo en bolsa. Ha depositado mil dólares y unos meses después sacó más de 2000 2136 dólares, para ser exacto. No puedo evitarlo, rápido calculo si yo invirtiera mis 23.000 tendría 46.000 en unos meses, con esto podría cumplir mi sueño de tener una casa y un auto.
Me emocionó más aún cuando Pedro dice que él ya sabe cómo invertir, que esta vez va a invertir todo en dos empresas con un gran potencial y que ahora va a ganar incluso más que la primera vez. Aplicará el apalancamiento financiero. Me brillan los ojos cuando Pedro dice: «Te puedo enseñar para que tú mismo lo hagas».
No tengo idea qué es, pero un día después ya tengo abierta mi cuenta de corretaje. La señora en la ventanilla fue muy amable. Pedro me pasó el nombre de las empresas en las que él invierte, solo tengo que ser paciente.
Lo que pasó después fue un desastre. En tres meses, mis ahorros disminuyeron un 60%. Pedro ha vendido sus acciones, yo no quise aceptarlo. Dos meses más tarde, una de las dos empresas se declaró en quiebra, ese día también se quebró mi corazón. Saqué todo de la bolsa. Fueron cuatro mil dólares de los 23.000 que había depositado. En pocos meses se me fueron volando los ahorros de mi vida.
Años después, Pedro dijo que la crisis duró un año, que la segunda empresa eventualmente sobrevivió y el valor de sus acciones subió drásticamente. Pero ya no me importaba, nunca recuperé mi dinero.
Las 3 lecciones que aprendí
Las tres lecciones que aprendí me costaron casi 20 mil dólares, así que abrá las orejas porque no voy a gritar. Primero, nunca inviertas dinero en algo que no entiendes. No lo hagas porque alguien más te lo dijo, no lo hagas porque es lo que hace todo el mundo. Si quieres invertir, haz la tarea, edúcate primero. Es tu dinero y tu responsabilidad.
Segundo, la promesa de ganancias rápidas debería encender inmediatamente la lámpara roja. Cuanto mayores son las ganancias, mayor es el riesgo. No siempre, pero casi siempre.
El tercer punto es el más importante de todos: nunca inviertas el dinero que no estás dispuesto a perder. Las emociones son tu peor enemigo a la hora de invertir y no se pueden evitar las emociones. Si el dinero que inviertes estaba destinado para otro fin, mi ahorro estaba destinado para tener una casa y un carro, esto me llevó a tomar decisiones precipitadas y estúpidas. No fui lo suficientemente listo para actuar cuando mis sueños se desmoronaban. Y aunque mi sueño sigue vivo, yo ya no soy el mismo.
Compartelo con los que te importa. Gracias.