¿Por qué los precios terminados en 99 nos hacen comprar más?
Seguramente has visto precios como 8,99€, 299€ o 199€ y te has preguntado cuál es el motivo de utilizar este tipo de precios. La respuesta se encuentra en el fenómeno del precio con el final 99, que tiene una explicación histórica y psicológica.
Origen del precio con el final 99
La leyenda dice que los precios terminados en 99 centavos aparecieron por primera vez en el siglo XIX en los grandes almacenes estadounidenses. Todo se debía a la deshonestidad de los cajeros, ya que los dueños de las tiendas temían que no registraran todas las transacciones y parte del dinero acabara en sus bolsillos. Para reducir el robo, el cajero debía abrir la caja registradora después de cada venta y la campana colocada en ella informaba al dueño de que la transacción estaba hecha.
Aunque actualmente ya no se utiliza esta técnica de seguridad, los precios con el final 99 centavos no han desaparecido. La razón es simple: compramos más cuando nos encontramos con este tipo de precios.
La influencia de los precios con el final 99 en nuestras decisiones de compra
Para confirmar esta hipótesis, científicos franceses llevaron a cabo un experimento en una pizzería británica. Durante dos semanas, vendieron un tipo de pizza a un precio regular de ocho euros. Luego, redujeron el precio a 7,99€ durante las dos siguientes semanas. El resultado fue un aumento del 15% en las ventas. Cuando volvieron a subir el precio a ocho euros, las ventas disminuyeron. Sin embargo, al reducir un centavo más y fijar el precio en 7,98€, las ventas volvieron a aumentar.
Este fenómeno se repite en muchos otros ejemplos, demostrando una relación clara. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Nuestro cerebro y los precios con el final 99
Desde el punto de vista lógico, no tiene sentido que el precio de 7,99€ nos incite más a comprar que el de 8€. Sin embargo, nuestra forma de leer textos de izquierda a derecha juega un papel importante. Nos enfocamos en el número delante de la coma, por lo que cuando el precio comienza con el número 4, nuestro cerebro lo incluye en la categoría de los 40 y fracción. Lo mismo ocurre a partir del número 5.
Inclusive el precio 5,00€ nos parece más económico porque a nuestro cerebro le encanta simplificar las cosas. Esto puede dificultar la toma de decisiones racionales, pero los vendedores aprovechan esta tendencia para que compremos más.
Es interesante destacar que bajar el precio de 4,99€ a 4,79€ no tiene un impacto tan grande en nuestro cerebro como bajarlo de 5,09€ a 4,99€. Aunque en el primer caso ahorremos más dinero, la distancia de precios es percibida como más grande en el segundo caso. Este engaño psicológico es la primera razón por la que los precios con final 99 funcionan.
La asociación de los precios con descuentos
Otra hipótesis sugiere que asociamos los precios terminados en 99 centavos, así como aquellos que terminan en 97, 95, 93, etc., con descuentos. Si consideramos que se trata de una ocasión especial, estamos más dispuestos a comprar.
En resumen, los precios terminados en 99 tienen un impacto en nuestras decisiones de compra debido a la forma en que nuestro cerebro los interpreta y a la asociación que hacemos con descuentos. Cabe mencionar que incluso la más mínima diferencia de un centavo en los precios puede marcar una gran diferencia en las ventas.
Trucos utilizados por los supermercados para incentivar las compras
Además de los precios terminados en 99, los supermercados emplean otros trucos para que compremos más. Aquí te mencionamos algunos de ellos:
- Ofertas de productos en paquetes o promociones 2×1.
- Productos colocados estratégicamente en áreas de alto tráfico.
- Estantes a la altura de los ojos con productos de mayor margen de beneficio.
- Uso de colores y diseños llamativos en los envases para llamar la atención.
- Colocación de productos relacionados cerca unos de otros para fomentar compras adicionales.
Estos son solo algunos ejemplos de las técnicas utilizadas por los supermercados para influir en nuestras decisiones de compra.
En conclusión, los precios terminados en 99 centavos tienen un efecto psicológico en nuestra forma de comprar. Aunque parezca ilógico, nuestro cerebro interpreta estos precios de manera distinta y crea una sensación de oferta o ahorro. Como consumidores, es importante estar conscientes de estos trucos que nos incitan a comprar más y tomar decisiones de compra basadas en nuestras necesidades reales.