Mentalidad de empresario: El secreto para alcanzar el éxito profesional
Ya sea que seas un empleado o dueño de un negocio, la mentalidad de empresario puede llevarte a alcanzar el éxito en tu carrera profesional. Imagina que consigues el trabajo de tus sueños, pero al presentarte no te asignan tareas específicas. ¿Cómo debes actuar en esta situación? Si tienes una mentalidad pobre, es posible que te sientas tranquilo y feliz de no tener nada que hacer. Tal vez pases el tiempo navegando por Facebook o charlando con tus compañeros sin preocuparte por nada.
Por otro lado, si tienes una mentalidad de empresario, sabes que el éxito dentro de la empresa depende de tu proactividad. Querrás demostrar que tu presencia en la empresa vale la pena y que vas a aportar valor. Sabes que no te contrataron para estar sentado y cobrar un salario sin hacer nada. La clave está en elaborar un plan de acción basado en tres puntos:
- Averigua qué quiere tu jefe, qué necesita y cómo puedes ejecutar el trabajo de manera útil.
- Establece tus tareas diarias y semanales con objetivos realistas pero desafiantes.
- Pon esfuerzo extra en las primeras semanas para aprender el trabajo y establecer un sistema que te ayude a cumplir con tus objetivos o tareas más rápido.
Esta es la mentalidad de un verdadero empresario. Un empleado con esta mentalidad actúa como si fuera el presidente de su propia carrera. Sin embargo, es posible que encuentres personas que te digan que no es necesario esforzarse tanto, ya que esta no es tu propia empresa y que nadie notará lo que haces. Además, puede que trabajando más no te paguen más.
A pesar de esto, tener una mentalidad de empresario tiene sus beneficios. Te desarrollas y creces como profesional, incluso si tu jefe o la empresa no te valoran de igual forma. Además, te será mucho más fácil encontrar otro trabajo o emprender tu propio negocio. ¿Qué caracteriza a una persona con mentalidad de empresario?
- Busca resolver problemas o necesidades sin que alguien se lo pida.
- Entiende la misión de la empresa u organización donde trabaja y el valor que su puesto tiene para el crecimiento de dicha organización.
- Siempre se enfoca en las necesidades de los clientes, sean estos las personas que compran productos de la empresa o sus propios compañeros de trabajo y jefe.
- Es amigo del fracaso, ya que entiende que ser proactivo implica equivocarse en ocasiones y ve el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.
Una persona con esta mentalidad puede ser rechazada por los demás debido a que aquellos que aspiran a algo grande no siempre son comprendidos por ser diferentes. Si quieres avanzar más allá de lo que incluye tu puesto, es posible que tus compañeros te culpen por hacerlos trabajar más para evitar que el jefe piense que ellos son perezosos. Esto puede hacer que te sientas culpable y que te rechacen. Incluso tu propio jefe puede no verte con buenos ojos si considera que tu proactividad puede poner en peligro su propio puesto.
Si te encuentras en esta situación, es posible que esa empresa no sea para ti, ya que no te permitirá desarrollarte. Además, la realidad es que el mundo laboral está en constante cambio. Algunas empresas se fusionan, otras reducen su personal, y ciertos puestos de trabajo se automatizan. Por ello, no podemos aspirar a trabajar en la misma empresa para siempre, como solía suceder antes. Una persona con mentalidad de pobre puede tener dificultades para aceptar estos cambios, aferrándose a su puesto porque no sabe hacer nada más.
En cambio, una persona con mentalidad de empresario se siente cómoda en un entorno de cambio y aprovecha las oportunidades que surgen.
Esta mentalidad de empresario no solo se aplica al trabajo, sino que también se extiende a otras áreas de la vida, como la salud, las relaciones personales y las finanzas. Una persona con mentalidad de empresario entiende que un problema en alguna de estas áreas puede afectar su desempeño laboral, por lo que las cuida y maneja de manera adecuada. Además, tener una buena relación con las finanzas, contar con un fondo de seguridad y ser consciente de las decisiones financieras es fundamental.
Imaginemos que tienes un buen trabajo y quieres cambiar a una casa más grande, lo cual implica endeudarte por 20 años. Si eres consciente de que tu situación económica puede cambiar en ese periodo, pensarías dos veces antes de asumir una deuda tan grande. Esto demuestra cómo expandir tu mentalidad te permite tomar mejores decisiones en todas las áreas de tu vida.
La mentalidad de empresario y el emprendimiento
Además, las personas con mentalidad de empresario no se conforman con ser eternos empleados. Muchas veces, comienzan sus proyectos mientras aún trabajan en una empresa, lo cual beneficia a todas las partes. Está comprobado que aquellos que emprenden al lado de su trabajo suelen ser mejores empleados, ya que entienden la dificultad de ser empresarios y adquieren nuevas habilidades.
Por supuesto, si decides emprender tu propio negocio, es probable que quieras renunciar a tu trabajo actual para dedicarle el 100% de tu tiempo a tu proyecto. En este caso, es importante dejar tu trabajo correctamente. Comunica a tu jefe tus ideas, aunque pueda ser difícil, ya que es mejor que las conozca directamente de ti. Avísale también a tus compañeros y asegúrate de dejar todas tus tareas concluidas para no dejar cargas a otros. Agradece a todos, incluyendo a tus clientes, compañeros y jefes. Incluso si tuviste un mal jefe, puedes expresar tu gratitud por la formación recibida en esa empresa.
Una persona con mentalidad de empresario siempre cuida su imagen y no quema puentes, ya que nunca se sabe cuándo será necesario volver a cruzarlos.
Si te interesa profundizar aún más en la mentalidad de empresario, te invitamos a consultar el libro que explica este tema en detalle. Puedes encontrar el enlace en la descripción de este artículo. ¡Saludos y nos vemos en el próximo contenido!