¿Cómo diferenciarte como taxista?
Imagina que eres un taxista con muchos clientes. Cada noche llegas a casa con el bolsillo lleno de dinero. Te va bien. Pero de repente, en la ciudad dónde trabajas, literalmente aparecen más y más taxistas cada día. Miras con impotencia y tristeza cómo tus clientes se van con otros. A casa llevas menos y menos dinero…
Esto es lo que le pasó a Juan, un taxista de Ciudad de México. Debido a una crisis en el país, miles de hombres perdieron su trabajo, y muchos de los que tenían un auto empezaron a ofrecer servicios de transporte. Para competir con tanta gente, Juan tuvo que bajar los precios. Pero, aun así, se le hizo difícil conseguir nuevos clientes.
Así de preocupado, lo encontró un amigo que una tarde subió a su taxi. Al escuchar toda la historia, el amigo pensó por un momento y le hizo a Juan una simple pregunta: ¿Y qué haces tú para diferenciarte de los demás en tu sector?
¿Pero, qué puedo hacer para diferenciarme de los demás taxistas? No me alcanza para comprar un carro más lujoso del que ya tengo, y si le bajo aún más a los precios no me quedarían ganancias (Respondió Juan).
Si no puedes diferenciarte, es mejor que empieces a buscar otro trabajo donde haya menos competencia. Pero a mí me gusta ser taxista, no quiero otro… Replicó Juan con cierta molestia.
Ok, dime, ¿has seguido practicando el idioma Mandarín? (Bandera de China en un globo como de texto)
Sí, hablo más o menos, pero ¿en qué puede ayudarme saber chino en el trabajo de taxista?
Mira, hay muchos taxistas en la ciudad, pero son pocos, contados, los que saben mandarín. Esto podría diferenciarte de los demás y ayudarte a conseguir más clientes. ¿Por qué no te contactas con la embajada China en México, les dices que eres taxista, y que sabes el idioma? Podrías ser guía de turistas chinos que visitan la ciudad.
Era una idea loca, pero Juan no tuvo una mejor, así que al día siguiente visitó la embajada de China. Unos 15 días después conducía alegremente su taxi, mientras que en el asiento trasero viajaba una familia china – los primeros de muchos pasajeros chinos que viajarían con Juan ese año. Resultó que los turistas chinos eran muchos y que estaban dispuestos a pagar un guía que hablara su mismo idioma.
Gracias a brindar este servicio especializado, Juan pudo seguir trabajando en lo que le gusta. Mientras tanto, muchos de sus colegas tuvieron que abandonar el oficio, ya que no pudieron acoplarse a la nueva realidad. Todo esto fue posible gracias a saber un segundo idioma. Pero más que esto, gracias a una persona que pudo ver en ello la oportunidad para diferenciarse. La pregunta es: ¿Qué haces tú para diferenciarte del resto?
Ser especialista y posicionarse como experto
La historia que te acabo de contar, ha sido inspirada en una historia de la vida real. Por supuesto, quizás no necesitamos aprender chino para sobresalir del resto… pero hay dos cosas que vale la pena considerar sin importar el campo dónde trabajes.
Uno, pregúntate si hay algo en lo que puedes especializarte. Por ejemplo, ganas dinero escribiendo textos, pero hay miles de personas que ofrecen este mismo servicio. Sin embargo, solo un puñado de personas se especializan en escribir textos de medicina, o textos con ofertas para productos en Amazon. Hay muchos diseñadores gráficos, pero si alguien necesita diseñar una miniatura para YouTube, va a buscar un diseñador que sepa de esta tarea específica. Si tienes una especialización, realizas el trabajo mejor y más rápido. Las personas en el campo te miran como alguien más confiable.
Como resultado, la gente está dispuesta a pagarte más, porque no hay mucha gente que pueda hacer el trabajo igual que tú. Eres más difícil de reemplazar por alguien más.
Pero una cosa es tener habilidades y ser bueno en lo que haces, y otra muy diferente es que la gente lo sepa. Por lo tanto, la segunda cosa a considerar es: Posicionarte como experto.
Alguien que quiera trabajar contigo y esté dispuesto a pagarte bien por tu trabajo, tiene que saber que eres bueno en lo que haces. Por suerte, posicionarse como experto, es ahora más fácil que nunca. Puedes, por ejemplo, hacer una página web con tu portafolio. Más fácil aún, puedes abrir una página en redes sociales, donde compartes los resultados de tu trabajo. Si vendes comida, puedes compartir fotos de lo que haces… pero también un corto vídeo de cómo lo haces. Si eres un carpintero, puedes mostrar fotos de los muebles que has hecho o también el proceso de cómo lo hiciste.
Si eres un albañil, puedes mostrar el lugar antes y después de tu llegada. Aún mejor si hay un sitio donde tus clientes puedan dejar sus comentarios acerca de tu trabajo. No hay mejor manera de convertirte en experto, que ser recomendado por clientes satisfechos con los resultados.
Y esto es todo amigos. Confío que estos dos consejos, y la historia de Juan, te serán de ayuda por si buscas incrementar tus ingresos. Cuéntanos qué crees que puedes hacer mejor que otros en tu campo. O qué habilidades crees que deberías aprender si quieres diferenciarte de los demás. Te leo en los comentarios.