Cómo ahorrar dinero más rápido
Si te parece imposible ahorrar y te genera ansiedad terminar de gastar el último centavo, no te preocupes porque en este artículo te compartiré tres trucos efectivos para ahorrar dinero.
Hola queridos amigos, bienvenidos una vez más a Finanzas Geniales, el lugar para mejorar tus finanzas personales. Aunque ahorrar puede parecer aburrido, existen métodos que te permiten ahorrar acorde a tu estilo de vida. Y no sólo eso, sino que además te ayudarán a visualizar un futuro más feliz, llegar a fin de mes y aumentar tu bienestar general.
Conoce tus ingresos y gastos
Antes de poder ahorrar todos los meses, tienes que ser consciente de cuál es tu deber y tu haber, es decir, evaluar todos tus ingresos y gastos, que incluyen tus cuotas de amortización de créditos, tus facturas mensuales y tus aportaciones al ahorro. Tienes que analizar los pasos por paso.
Si te estás preguntando cómo ahorrar rápido, quédate hasta el final de este artículo, porque te mostraré estos tres métodos de ahorro rápido que te ayudarán a ver crecer tu saldo bancario.
Truco 1: Amortizar tus deudas
Antes de empezar a ahorrar, tendrás que saldar tus deudas pendientes. Cuanto más retrases el pago de tus deudas, mayores serán los intereses acumulados a lo largo del tiempo. Por eso, los ahorros que consigas reunir tendrán que destinarse al pago de tus deudas.
Para este truco, te proponemos la regla 50-30-20, que fue creada por la senadora estadounidense Elizabeth Warren y ofrece un método simplificado para amortizar las deudas. Con esta regla, se cambia el orden de los términos de manera que a los ingresos se le resta el ahorro, quedando la operación matemática siguiente: ingresos – ahorros = gastos.
Esto hace que desde un primer momento se tenga en cuenta el porcentaje de ahorros con el que hay que cumplir cada mes. De esta forma, esa cantidad de dinero se descontará desde el principio, gastando menos mes a mes y acumulando más dinero para el futuro.
Destina el 50% de tus ingresos a tus necesidades, a la hora de controlar los gastos y ahorrar, es fundamental que no se destine nunca más del 50% de los ingresos mensuales a cubrir las necesidades básicas. Esta regla de ahorro puede no parecer suficiente para vivir el día a día, pero esto sucede sobre todo cuando no se tiene claro qué es un bien de primera necesidad y qué es algo prescindible.
Destina el 30% de tus ingresos a tus caprichos, es decir, a tus gastos variables. Por ejemplo, comer en restaurantes o la suscripción a servicios. Dentro de esta categoría se incluyen todas las actividades de ocio.
Destina el 20% de tus ingresos a tus ahorros. Por ejemplo, si ganas 2500 euros netos al mes, puedes apartar 500 euros todos los meses. En tan solo un año, habrás amortizado 6000 euros de deuda.
Truco 2: La técnica Cyrus
Esta estrategia es similar a la anterior, sin embargo, da una función específica a cada peso que ganes al mes. Con esto, debes llegar a fin de mes con un balance de 0 pesos. Claramente, eso es exactamente lo que no quieres, pero ese es el punto del presupuesto. Al detectar en qué y para qué usas cada uno de los pesos que ganas con tu trabajo, puedes descubrir cuáles son las áreas problemáticas y en las que estás gastando demasiado.
La idea es que no tengas un balance negativo, debes quedar en ceros y de ahí puedes ir eliminando gastos o reduciendo los que realmente no son necesarios. Esto es especialmente útil en el caso de que estés gastando más de lo que ganas.
Para saber cómo se hace, lo primero que tienes que hacer es saber cuánto ganas al mes sumando tus ingresos reales. El segundo paso consiste en hacer una lista de tus gastos, siendo realista, contando comida, transporte, mantenimiento de tu casa y otros gastos del día a día. Con eso, debes darle un presupuesto límite a cada uno para que sepas en qué estás gastando y cuánto.
La idea es que si ganas 5000 euros al mes, el total de todos los gastos de la lista asuman 5000 euros, no más. Esto te dejará con un balance de cero al final. Incluso puedes hacer un espacio para gastos de emergencia, pero tendrás que ajustar tus necesidades cada mes, haciendo cambios en caso de que necesites hacer un gasto mayor en una en especial.
Una vez que conozcas todo eso, puedes ver cuáles son los gastos más altos que estás haciendo, cuáles son realmente necesarios y cuáles podrías reducir un poco para no quedarte en ceros. Si no te apetece dividir el dinero en tipos de gasto, esta técnica te puede ayudar a no gastar de más y ahorrar en el camino. Tienes que asegurarte de que la suma de los segundos sea igual que el dinero que has ganado, nada más. Si quieres ahorrar, el truco está en añadir en la lista de los gastos una cantidad que sea para ahorrar, así irás sumando poco a poco.
Truco 3: Reglas de la espera
Las reglas de la espera no sólo sirven para ahorros grandes, sino que también te ayudarán a ahorrar dinero casi cada día, sin necesidad de esperar a grandes compras.
La primera regla es la de las 24 horas. Si quieres comprar algo que no es esencial pero que cuesta más del 1% de tu salario anual, por ejemplo más de 300 euros y ganas 30 000 al año, entonces espera 24 horas antes de comprarlo. Básicamente, se trata de esperar distintas cantidades de días según lo que quieras comprar. Por ejemplo, puedes empezar con 24 horas si no es un gran gasto, pasar a la regla de los 30 días si se trata de una compra importante, o más de 30 si todavía tienes dudas.
Esta espera aparentemente mínima e inocua seguramente conseguirá que desaparezca ese impulso de compra inicial que te impidiera razonar y casi te ha convencido para que te tras ese capricho. Es casi seguro que pasadas esas 24 horas ya no tendrás tantas ganas de comprar ese artículo. No hay nada como el tiempo para darnos cuenta de los gastos innecesarios que hacemos y en los que podríamos ahorrar dinero.
Estabiliza tus ahorros
Por último, si tus ahorros no están generando más dinero, probablemente sea el momento de pensar en contratar un depósito bancario a plazo fijo. Hay múltiples ventajas y ofrecerán gran rentabilidad sin apenas riesgo.
Si dentro de tu planificación financiera el ahorro ha sido una constante, llegará el momento en que podrás poner a trabajar esos ahorros para que te ayuden a lograr tus metas. Ese es el mejor apoyo con el que puedes contar, pues tu capital trabaja para ti y para hacerte ganar más dinero.
Las inversiones deben ser comparadas con tres factores en mente: el riesgo, el rendimiento y el plazo que dura. Idealmente, una inversión debe tener muy bajo riesgo, un gran rendimiento y durar un tiempo razonable. Pero lo cierto es que es complicado encontrar inversiones ideales y por ello debes aprender a invertir.
Si apenas vas a empezar a invertir, lo ideal es que comiences con instrumentos de bajo riesgo, como deuda pública, y poco a poco vayas arriesgando más con instrumentos que te den mayores rendimientos. Una gran alternativa son los fondos de inversión, que te permiten invertir en una cartera diversificada de valores. Otro ejemplo son los pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento, que son títulos a corto plazo emitidos por diversas entidades crediticias.
Incluso puedes invertir tu dinero en una cuenta de ahorros que te proporcione tu institución financiera. Este dinero generará intereses dependiendo de las tasas que establezca el banco. Tu dinero estará seguro, generando rendimientos y podrás disponer de él cuando lo necesites.
Recuerda que cuando tienes dinero guardado, puede perder su valor debido a la inflación, es decir, cuando aumentan los precios y tus ahorros tienen un rendimiento menor que la inflación, ya no te alcanza para comprar las cosas que tenías planeadas, porque el dinero no vale lo mismo.
Cualquiera que sea el enfoque que elijas, lo que realmente importa es aprender cómo invertir tus ahorros, lo que podría ayudarte a poner a trabajar parte de tu dinero para alcanzar metas más grandes y a más largo plazo. Recuerda que la clave para ahorrar a diario sin esfuerzo consiste en implementar pequeños cambios con un gran impacto económico.
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