Ahorro: errores comunes que debes evitar
Sabías que muchas de las metas que nos planteamos en la vida las podemos conseguir gracias al ahorro. Sin embargo, no siempre es fácil guardar dinero y muchas veces es porque no hemos recibido la educación e información correcta sobre cómo hacerlo. Los elementos que más dificultan el ahorro son nuestros malos hábitos. Generalmente, preferimos un premio inmediato a la promesa de una recompensa futura, por más buena que ésta sea en la práctica. Todos somos humanos y caemos en la tentación del consumo, y muchas veces dejamos el ahorro para más adelante.
Hay muchos que han intentado ahorrar a lo largo de su vida y han fracasado. Piensan en la inmediatez y esta mentalidad es la que impide ahorrar de manera efectiva. Veamos un claro ejemplo: ¿qué prefieres, tener un millón de dólares ahora mismo o un centavo que se duplica diariamente durante 30 días? A primera vista, parece una elección muy sencilla. Un millón es mucho dinero, pero si eliges esta opción, al cabo de un mes, lo lamentarás. En el día 1, no son para nada alentadoras, tienes un centavo, así que ya has perdido 999.999 con 99 dólares. Recién para el día 8, superas un dólar.
¿Qué mala decisión! Seguro estarás pensando en este punto, ya estamos a mitad del mes y todavía estás solo en el rango de los 100 dólares. Ahora estás sudando y si alguien te ofreciera 500 mil dólares a cambio de tu doble centavo, podrías tener la tentación de aceptarlo. Pero espera, porque la verdadera magia sucede en la última semana del mes, cuando pasas de un poco más de 80 mil dólares a 5 millones de dólares. Como puedes ver, tomar decisiones apresuradas no es una buena opción. Lo mismo sucede con nuestros gastos, donde las tentaciones nos llevan a adquirir ciertos productos y este gasto parece mínimo, por lo que solemos pensar que no afectará a nuestro bolsillo. Pero la realidad es que sí es importante pensar a futuro y analizar cada paso. Vamos a ver qué es lo que no debes hacer a la hora de ahorrar dinero.
No tener en cuenta la inflación
Hay quienes piensan que con apartar una porción de sus ingresos, ponerla bajo el colchón o en un cofre bajo llave, ya están ahorrando de manera eficiente. Pero nada más alejado de la realidad. Si bien es importante destinar desde el comienzo del mes un porcentaje de nuestros ingresos al ahorro, también es importante en dónde vamos a guardar ese dinero. Y a decir verdad, debajo del colchón es uno de los lugares más inseguros que hay. La inflación hará que ese dinero tenga cada vez menos valor.
Lo más apropiado sería guardar nuestro dinero donde puede generarnos un interés compuesto que esté, lógicamente, a la par con la inflación y proteger así nuestro capital ahorrado. María siempre ha dicho que no confía en los bancos y por esta razón ha decidido guardar sus ahorros en su casa, bajo llave. De esto ha transcurrido más de un año. Y, como es natural, todo ha subido de precio. La inflación se encuentra en el 4%, por lo cual de cada 1000 dólares que María tenía guardados, ella ha perdido 40. Juan, por el contrario, confió sus ahorros a un fondo de inversión y por el contrario, mantuvo el valor de su dinero y al pasar los años, incluso se ha incrementado. Puede que en un año la cifra nos parezca insignificante, pero con una perspectiva de 10, 20 o 30 años, la diferencia es considerable. Es importante analizar de qué forma ahorramos. Otra buena opción puede ser invertirlo, ya sea en acciones o en montar nuestro propio negocio. Aunque claro, debemos mencionar que toda inversión conlleva su riesgo.
Comprar productos baratos
Aquellas personas que optan por lo más económico sin tomar en cuenta la calidad acaban por gastar más de la cuenta. Como el caso de Juana, que hace poco se mudó a vivir sola. En vez de ahorrar por adelantado para comprar muebles y electrodomésticos de calidad, decidió comprar algunos usados o de marcas poco conocidas. Pero al cabo de un año, ha tenido que comprar nuevos porque éstos dejaron de funcionar o ha gastado dinero en reparaciones. Que de haber comprado artículos de calidad no hubiese tenido que gastar.
Conforme pasa el tiempo, muchos artículos baratos se convierten en grandes y constantes inversiones, en donde siempre se terminará pagando más, ya sea teniendo que adquirir uno nuevo, en mantenimiento o en reparaciones. La recomendación es no dejarse guiar por soluciones fáciles y tener presente que en muchas ocasiones, lo barato sale caro. Al comprar algo, es importante no solo comparar los precios, sino también la calidad.
No separar los ahorros
Es también muy importante que tengas una cuenta bancaria diferenciada para el dinero que ahorras. Es probable que caigas en la tentación de gastarlo. Lo ideal es que, una vez que reciba su sueldo, transfieras el porcentaje de tu ingreso que has destinado para ahorrar a una cuenta remunerada que te pueda generar intereses. Así, matas dos pájaros de un solo tiro: evitas la tentación de gastar tus ahorros y, además, los pones a producir intereses.
No establecer una meta
Hace años Anna sueña con viajar por Europa y conocer el viejo mundo. Siempre lo ha visto como algo muy lejano porque cree que su sueldo es demasiado bajo como para poder realizar una hazaña de tal magnitud. Pero Anna desconoce el poder del ahorro y simplemente abandona su meta por el solo hecho de pensar que es algo muy difícil. Entonces, opta por no ahorrar y gastar su dinero en artículos innecesarios para llenar el vacío que le queda al no poder cumplir su sueño.
Establecer metas de ahorro resulta de vital importancia para motivarnos y cumplir ciertos objetivos, como pueden ser comprar una casa, viajar por el mundo, tener un auto propio o darse pequeños gustos. Ahorrar es una cuestión de estrategia, involucra disciplina y también creatividad. Así puedes desarrollar mecanismos que te permitan lograr tus objetivos. Ahorrar por ahorrar es muy poco motivador. Tener una meta concreta nos ayuda a ser perseverantes en esta tarea, ya que no la abandonaremos a la primera. Pero es importante que la cantidad sea realista y que el ahorro que decimos conseguir esté dentro de nuestras posibilidades.
Expirar a fin de mes para ahorrar
Hace varios meses, Felipe tiene el propósito de ahorrar, pero no lo hace, ya que cada vez que llega a fin de mes, no tiene dinero como para hacerlo. Lo que Felipe desconoce es que uno de los principios del buen ahorrador es destinar, desde el comienzo del mes, un porcentaje fijo de su salario para este propósito. Al separar el dinero de su salario tan pronto lo recibe, evitará entrar en gastos innecesarios y tendrá un mayor control frente a su dinero.
No ahorrar en educación
Romina quiere aprender a usar algunas funciones básicas de Photoshop para aplicar a un trabajo que le interesa y tener mayores probabilidades de que la contraten. Encuentra un curso que cuesta 30 dólares y allí le enseñan todo lo necesario, e incluso más. En dos meses, Romina también sabe que toda esta información la puede encontrar en internet y de forma gratuita a través de tutoriales de YouTube, y decide aprender por su propia cuenta para ahorrarse el dinero del curso. Resulta que aprender lo básico para manejar el programa le llevó más de 4 meses, siendo que de la otra forma le hubiese tomado tan solo 2.
Viendo esto, realmente Romina ahorró 30 dólares. Ella cree que sí, pero la realidad es que mientras ella aprendía por su cuenta, otros interesados, quienes accedieron al curso, pudieron aprender antes de tiempo, ya que tenían la posibilidad de consultarle al profesor y que éste les corrija las tareas. Por lo que fueron capaces de conseguir el trabajo antes que ella. El tiempo es uno de nuestros recursos más valiosos, no se puede comprar tiempo, así que cada segundo es invaluable. Además, las oportunidades que se presenten no deben dejarse pasar por alto. Como dice el dicho, el tren pasa una vez.
Comprar más para aprovechar una promoción
Es probable que cuando vayas al supermercado para hacer la compra, te encuentres con múltiples ofertas del estilo: pague dos y lleve tres, descuentos en las segundas unidades de un mismo producto y muchas otras estrategias de marketing empleadas por los supermercados para llamar tu atención. A primera vista, puede parecer que tomar estas ofertas es una gran oportunidad y un buen ahorro. Pero resulta que muchos de los productos que se encuentran de oferta en los anaqueles de los supermercados son productos que están a punto de expirar o que no tienen mucho movimiento porque no son de primera necesidad.
Es muy probable que si compras ofertas en los comestibles o productos perecederos, no alcances a consumirlos antes de su fecha de vencimiento. Y en el caso de los productos de primera necesidad, termines comprando artículos que no necesitas o que están fuera de tu lista de compra solo porque están de oferta. Es importante que compres la cantidad que necesites, a conciencia. Y si decides acceder a una oferta, es importante que pienses si de verdad es algo que necesitas o si realmente te resultará útil.
Estos fueron siete errores a evitar al intentar ahorrar dinero. Cuéntanos qué te ha parecido este artículo y si tienes alguna sugerencia, déjalas en los comentarios. Recuerda compartirlo con tus amigos y ayudarlos en su educación financiera. Te dejamos otros artículos similares que podrían interesante, ¡nos vemos en el próximo artículo!