Descubre las 5 acciones clave que separan a los ricos de los pobres en términos de éxito financiero

Los hábitos de los ricos exitosos que debes aprender

Para muchos es difícil aceptar que casi siete de cada diez personas más ricas del mundo no recibieron ninguna herencia, han creado su patrimonio desde cero o desde muy abajo. ¿Qué hicieron diferente a la mayoría que luchan para llegar a fin de mes? No todos necesitamos ser millonarios, pero hay algo que todos podemos aprender de los ricos que se hicieron a sí mismos. A continuación, veremos las cinco cosas que hacen los ricos exitosos que no hacen los demás.

1. Los ricos invierten dinero para ahorrar tiempo

Los demás invierten tiempo para ahorrar dinero. La mayoría quizás no tiene problema en viajar al otro extremo de la ciudad o esperar en una larga cola con tal de conseguir algo más barato. Y aunque no hay nada de malo en comprar productos en descuento o recibir algo gratis, la gente no toma en cuenta el valor de su tiempo. Los ricos sí. Si por ejemplo, tu hora de trabajo vale actualmente 5 dólares y pasaste 4 a pleno sol caminando por el mercado para comprarte una blusa 15 dólares más barata, en realidad no ahorras de nada, sino más bien mal gastaste 5 dólares.

Lo mismo pasa cuando no quisiste pagar 10 dólares por cortar el césped y tú tardaste más de tres horas en hacerlo en lugar de pasar este tiempo con tus hijos. Obviamente, en ciertas etapas de la vida tenemos que cuidar cada centavo, pero cuando tu situación te lo permite, no te sientas mal por querer comprarte unas horas. Los ricos no tienen problema en pagar unos dólares más por abastecer su despensa en la tienda más cercana o pagar a alguien para realizar un trabajo que ellos podrían hacer gratis. Cortar el pasto, lavar el coche, reparar la tubería. Gracias a ello, tienen tiempo para desarrollar nuevos proyectos o pasatiempos.

2. Los ricos invierten parte de sus ganancias en su desarrollo

La mayoría gasta todo lo que gana y cuando sus ingresos crecen, no reciben algo extra. Piensan en qué más pueden comprar con este dinero. El dinero es para gastarlo. Es pensar a corto plazo. Los ricos invierten parte de sus ganancias en su desarrollo, desarrollo de su negocio, en herramientas de trabajo, etcétera. Siguen el simple esquema: ganar dinero, invertir parte de ello antes de gastar en cualquier otra cosa, vivir con la parte restante de las ganancias. Gracias a las inversiones, sus ingresos aumentan. Tienen más dinero disponible para invertir y gastar, y el ciclo se repite constantemente.

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¿Qué pasa si, por ejemplo, ganas mil dólares, inviertes el 20% y consumes el 80%? Entonces tienes 200 dólares para invertir y 800 dólares para los gastos. Las inversiones aumentan tus ganancias y pronto traes a casa dos mil, sino mil doscientos dólares. Ahora, el 20% de 1.200 dólares son 240 dólares que inviertes y 960 dólares los tienes para gastos de la vida. Y así sucesivamente. Si reinviertes y vives con un cierto porcentaje fijo de tus ingresos, la cantidad que tienes disponible crece a medida que crecen tus ingresos. Los que crecen su patrimonio piensan a largo plazo. Comen sólo una porción en vez de todo el pastel de la venta, y del resto compran más huevos, más harina, más azúcar para el próximo año hacer un pastel más grande. Cuanto más grande sea el pastel, más grande será también la porción que estén comiendo. La mayoría espera el mejor momento para empezar, busca más información, busca la aprobación de los demás. Los ricos implementan lo que han aprendido de inmediato y después analizan los resultados.

3. Los ricos buscan a las personas que lo hacen mejor que ellos

Los demás piensan que nadie puede hacer el trabajo igual de bien que ellos. Los ricos buscan a las personas que lo hacen mejor que ellos. Pensar que nadie lo va a hacer mejor que tú y como consecuencia hacer todo por tu propia cuenta es muy común entre los dueños de pequeños negocios. Diría que este es el mayor freno al desarrollo de cualquier negocio porque nuestro tiempo y energía, por más grandes que sean, son limitadas. De hecho, si todo lo realizo yo solo, entonces no soy un empresario, sino un autoempleado en mi propio negocio.

Los ricos saben que uno no puede ser el mejor en todo y, aunque encontrar a una persona comprometida que haga bien su trabajo puede ser tedioso, con frecuencia a corto plazo, es más exigente que realizar el mismo trabajo. No se rinden antes de crear un equipo de trabajo y apoyo. Saben que sólo entonces, incluso si se enferman o van de vacaciones, el trabajo sigue adelante. Necesitamos ser conscientes de nuestras limitaciones para tener éxito. Necesitamos de los demás. Los más exitosos son los líderes que la gente quiere seguir, y ser un buen líder es una habilidad que se puede aprender.

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4. Los ricos siguen un plan y lo van mejorando con el tiempo

Los demás hacen cosas sin un plan o elaboran uno que nunca siguen. Los ricos siguen un plan y lo van mejorando con el tiempo. Anotar en una hoja de papel «quiero bajar de peso este año» o «voy a duplicar mis ingresos», no son el tipo de planes que ayudan mucho. Sus posibilidades de éxito aumentan si creas un buen plan a largo plazo y lo conectas con tu plan del día. ¿Cuál es la acción más pequeña que debes hacer hoy para alcanzar tu meta más grande? Por ejemplo, peso 90 kilos, mi meta es pesar 78 en un año. Un año es un largo plazo, voy a dividir mi meta por meses, entonces debo bajar un kilo cada mes.

¿Qué debo hacer cada mes para lograr mi meta? Comer menos, moverme más para quemar más calorías, o hacer las dos cosas al mismo tiempo. En general, todos saben qué hacer, pero el truco es crear una estrategia, un procedimiento para seguirlo, y poder medir si me acerco a mi meta. Mi estrategia: voy a comer tres veces al día, 2.400 calorías en total, y entre las comidas sólo quiero beber agua, té o café sin azúcar. Además, voy a correr o hacer ejercicio 15 minutos cada día antes de irme a dormir. Me pregunto, ¿he cumplido con mi meta del día? Seguidamente, me peso y lo anoto. Observo los avances. Si mis acciones no me dan resultados, hago ajustes en mi estrategia. Sin importar qué método para establecer tus metas elijas, recuerda que es difícil estar dónde te gustaría sin saber hacia dónde vas y cuándo quieres llegar ahí. Sin un plan, no puedes medir los resultados de tus acciones, y sin medir, no sabrás si deberías hacer ajustes o cambiar de estrategia.

5. Tener una fuerte convicción del cumplimiento

Lo que diferencia a los que logran más que otros es tener una fuerte convicción del cumplimiento. Porque muchos tienen metas, pero pocos la actitud necesaria para ejecutarlas. De los cinco hábitos presentados, elige uno con el que más te identifiques. No lo pienses demasiado, ponlo en práctica. Si te gustan los resultados, sigue practicándolo hasta que se vuelva parte de tu vida. ¿Cuál será tu hábito de éxito? Déjame saberlo en los comentarios.

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